Manifiesto por la defensa de la memoria, el cuerpo y el
territorio de las mujeres que lucharon, luchan y resisten, a 67 años de la
proclamación de la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” en París,
Europa.
X mujeres sobrevivientes siempre resistentes
Hablamos desde Nuestra América, desde Wallmapu en un Estado
nombrado Chile. Nos manifestamos desde un territorio arrasado material y
emocionalmente por la Violencia de Estado contra los pueblos originarios y que
a partir del Golpe militar de 1973 -resultado de la sedición imperialista de
EE.UU.´-, hasta la fecha, ha perfeccionado sus mecanismos económicos y
represivos destinados a proteger los intereses y privilegios de los grupos
dominantes criollos, racistas y patriarcales. El Estado que tenemos es
consecuencia de un plan sedicioso del Imperialismo que se ensañó con el cono
Sur y con toda la América Latina progresista de los años 60 y 70 para bloquear
el avance de sus fuerzas revolucionarias. Coherentes con este legado del
saqueo, los Gobiernos de turno de la Post Dictadura han manipulado y reprimido
para sostener su gobernabilidad y acceder a la concentración de la riqueza. Sus
manejos han sido y son abusivos y violatorios de los “Derechos Humanos” y de
los “Derechos” de las Humanas.
Este Estado burla a las mujeres que buscan a sus hijas e
hijos desaparecidos por la violencia de Estado, les miente a las que quieren
Justicia para las ejecutadas y ejecutados políticos, maltrata a mujeres y
hombres sobrevivientes de la Lucha antidictatorial; juzga a las mujeres que
buscan a sus hijas desaparecidas desde contextos de pobreza y marginalidad y a
las que se defienden de la violencia machista; humilla a las mujeres migrantes,
discrimina a las lesbianas, niega a las mujeres transgénero; persigue y
violenta sexualmente a las dirigentas estudiantiles que reclaman educación
pública, gratuita y de calidad, descalifica a las mujeres que demandan aborto
libre y maternidad voluntaria sin maltrato institucional; agrede y mata a las
mujeres mapuche que defienden sus territorios y los recursos de todos y todas,
del robo empresarial del que también ha llegado a hacerse parte este mismo
Estado.
Somos sobrevivientes de Violencia Política Sexual,
llevamos en la memoria a las detenidas desaparecidas y ejecutadas de la
Dictadura y a las rebeldes de la Post Dictadura:
- Norma Vergara Cáceres
asesinada a los 27 años por el ESTADO DE CHILE el 26 de marzo de 1993, en pleno
Gobierno de PATRICIO AYLWIN AZÓCAR. Ella había luchado desde los 80 y en
los 90 no aceptó el reacomodo burgués en forma de “democracia protegida”. Era
militante de las Fuerzas Rebeldes y Populares Lautaro, luchadora
anticapitalista, fue ultimada por la DIPOLCAR, de una bala en el
pecho disparada por sorpresa negándole así toda posibilidad de autodefensa.
- Claudia López Benaiges
de 26 años, luchadora anarquista, estudiante y poeta, que el 11 de
septiembre de 1998 en pleno Gobierno de EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE fue
asesinada por las fuerzas policiales del Estado chileno de un balazo en la
espalda mientras participaba de la conmemoración y protesta del Once en la
población La Pincoya.
- Agustina Huenupe
Pavián, dirigenta Pewenche de 32 años asesinada el 14 de julio de 2002 en
pleno gobierno de RICARDO LAGOS ESCOBAR cuando su comunidad, Kauñiku en el
Alto Bio Bio estaba en proceso de recuperación de territorio. Los
particulares ESQUERRÉ, POBLETE Y PULGAR les habían amenazado. 90
Hombres atacaron a la comunidad de 20 personas ante la completa indiferencia
policial; asesinaron al hermano de Agustina, José Mauricio, hirieron a niños,
niñas, ñañas y ancianos, y mataron a Agustina ensañándose con su cuerpo: la
defecaron y le cercenaron los senos como un símbolo de la Violencia Política
Sexual que ellos acostumbran a usar con las mujeres en rebeldía al Patriarcado
y su Cultura del saqueo.
Agustina - Claudia - Norma |
Dentro del contexto de Violencia Estructural contra las
Mujeres, la Violencia Política Sexual es una manifestación de la
violencia institucional que conlleva elementos de tipo sexual y de género,
constituyendo una forma de venganza y una metodología del terrorismo de Estado
de forma organizada, planificada y sistemática para aniquilar a las mujeres que
se rebelan y lograr la sumisión y el control de quienes son consideradas como
el pilar fundamental de la estructura social patriarcal.
Sin embargo acá estamos, sobreviviendo. Somos sujetos
activos, creemos en la autodefensa, en la contrainsurgencia y en la autonomía
política de las mujeres.
Respondemos a la violencia como Luisa Toledo
Sepúlveda, cuyos hijos Rafael, Eduardo y Pablo Vergara Toledo fueron
asesinados por la Dictadura y cuya nieta Tamara Sol Farías, se
encuentra hoy encarcelada.
Confrontamos al Estado que nos castiga como la Lonko
Juana Calfunao que en el Gobierno de Ricardo Lagos Escobar, el año
2000 abortó por los golpes de Carabineros, que en el mismo gobierno en
2005 fue allanada y detenida con su hermana Luisa y que en el primer Gobierno
de Michelle Bachelet Jeria, en 2007 fue encarcelada y su hermana Luisa
encadenada en el Centro de reclusión femenino de Temuco.
Nos rebelamos activamente como Patricia Troncoso
Robles, la Chepa, quien estuvo 100 días en huelga de hambre ante la
indiferencia de la presidenta Michele Bachelet Jeria, cuyo gobierno
por esos días –y como cada año- publicitaba una “Campaña contra la Violencia
hacia las mujeres”, al parecer, sin contabilizar a la huelguista en esa
categoría.
Clamamos justicia como Mónica Quezada y Catalina
Catrileo, luchadoras, madre y hermana del joven mapuche Matías Catrileo
Quezada muerto a manos del carabinero WALTER RAMÍREZ en pleno Gobierno
-otra vez- de Michelle Bachelet Jeria.
Tenemos memoria, no olvidamos la persecución a Flora
Pavez Tobar, luchadora contra la Dictadura y presa política por segunda vez
bajo el Gobierno de Patricio Aylwin Azócar, esposada, engrillada y
detenida violentamente en 1993 por doce hombres de Investigaciones de
Chile. No olvidamos la lucha de Marcela Rodríguez Valdivieso quien
aseguró en su petición de indulto presidencial que “el reemplazo de la
dictadura militar por un gobierno civil solo cambió algunas cosas...”, más no
la estructura violenta del neoliberalismo. La “democracia” la juzgó por
medio de tribunales militares, la exilió de Chile y Gendarmería nunca le
permitió tratamiento médico por lo que Marcela quedó en una silla de ruedas de
por vida.
Las sobrevivientes no olvidamos ni perdonamos los abusos
sexuales de agentes del Estado a mujeres jóvenes y adolescentes -nuestras
hijas, hermanas, compañeras y amigas- luchadoras del movimiento
estudiantil desde la primera revolución pingüina hasta hoy, y denunciamos que
todo esto es VIOLENCIA POLÍTICA SEXUAL y Violación de los Derechos de
las Humanas. Sabemos que los agentes del Estado se ensañan con nuestros
cuerpos porque les temen a nuestras ideas de libertad, autonomía y alegría, y
aborrecen la Historia Política que hemos construido. Odian la memoria porque
los devela al mundo como los sostenedores de una estructura que defiende a la
burguesía dominante, a la Clase empresarial y que engendra una Clase Política
inepta y cínica que ha asumido pactos de silencio para tener a los Violadores
de los Derechos Humanos de su lado.
Las sobrevivientes fuimos y somos habitantes de este
territorio, mapuche, mestizas, migrantes, militantes, estudiantes,
trabajadoras, obreras, profesionales, políticas, lesbianas, adolescentes,
jóvenes, adultas de todas las edades, que llegamos a la lucha contra la
Dictadura y contra el Capitalismo desde nuestra propia convicción. Somos
sobrevivientes en resistencia y rebeldía a la dominación y al control
patriarcal de los cuerpos de las mujeres y de los territorios, y nos
manifestamos por la defensa de la memoria a 67 años de la proclamación de la
“Declaración Universal de los Derechos Humanos” en París, Europa Occidental.
Hablamos desde Nuestra América, desde el Sur, desde Wallmapu
y denunciamos la Violencia Política Sexual como una violación específica
de los Derechos Humanos de las mujeres por parte de agentes del Estado.
Parafraseando a Aracely Romo Alvarez, elegimos
dolor y alegría y quisimos dar la vida a cambio de un vuelco completo.
¡Con Claudia López Benaiges en la memoria, “porque
ninguna cadena será perpetua” y “estos óvulos subversivos y amurallados”
parirán aún más barricadas!
¡¡¡A recuperar la Casa de Tortura “Venda Sexy” para las
Mujeres!!!
Mujeres Sobrevivientes Siempre Resistentes
10 de Diciembre de 2015
Santiago de Chile
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